En la era digital, el ocio y la interacción social han encontrado un nuevo escenario: las plataformas online. Videojuegos, redes sociales, apuestas deportivas, casinos virtuales… Un sinfín de posibilidades para entretenernos y conectar con los demás. Sin embargo, este mundo virtual también ha abierto las puertas a una problemática creciente: las adicciones comportamentales, especialmente relacionadas con el juego online, las apuestas deportivas y los casinos virtuales.
Un crecimiento alarmante
Estudios recientes en España y Europa revelan un panorama preocupante. La Encuesta EDADES 2021 del Ministerio de Sanidad español, por ejemplo, indica que el 1,9% de la población entre 15 y 34 años presenta un juego problemático, mientras que el 0,7% ya ha desarrollado una ludopatía.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Los jóvenes son los más afectados por este tipo de adicciones. La facilidad de acceso a las plataformas online, la búsqueda de emociones fuertes y la impulsividad propia de la edad los convierten en un grupo especialmente vulnerable.
Factores de predisposición
Diversos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar una adicción al juego online:
- Genética: Estudios sugieren que la predisposición a la adicción puede ser hereditaria.
- Personalidad: Rasgos como la impulsividad, la búsqueda de sensaciones y la baja tolerancia a la frustración pueden ser factores de riesgo.
- Entorno social: Presión social, exposición al juego en el entorno familiar o amistades que juegan online pueden aumentar el riesgo.
- Problemas de salud mental: La presencia de ansiedad, depresión o baja autoestima puede hacer que el juego se convierta en un mecanismo de escape.
Síntomas de alerta
Si te preocupa que tú o alguien que conoces pueda tener un problema con el juego online, presta atención a estas señales:
- Preocupación excesiva por el juego: Piensas constantemente en el juego, incluso cuando no estás jugando.
- Necesidad de jugar cada vez más: Aumentas el tiempo y el dinero que inviertes en el juego para sentir la misma satisfacción.
- Mentiras y engaños: Ocultas a tus familiares o amigos el tiempo y el dinero que dedicas al juego.
- Problemas financieros: Descuidas tus obligaciones financieras debido al juego.
- Negligencia de responsabilidades: Abandonas tus estudios, trabajo o actividades familiares por el juego.
- Cambios de humor: Experimentas irritabilidad, ansiedad o depresión cuando no estás jugando.
- Imposibilidad de controlar el juego: Intentas dejar de jugar sin éxito o tienes recaídas constantes.
Si crees que tú o alguien que conoces tiene una adicción al juego online, es importante buscar ayuda profesional.
Recuerda:
- La adicción al juego online es una enfermedad que puede tratarse con éxito.
- No estás solo/a, hay muchas personas que pueden ayudarte a superar este problema.
- Buscar ayuda es el primer paso hacia la recuperación.